Domingo, como bien sabréis es San Valentín. Pues bien, como odio este día en concreto por ser una patraña inventada que motiva el gasto porque sí, porque un regalo a tu pareja se lo puedes dar cualquier día y no hace falta que sea nada comprado, he decidido reinventar el significado del día de San Valentín.
Que sí, que es el día de los enamorados, vale pero, ¿es que a caso no puedes demostrarle a tus amigos/as que también los quieres? ¿A la família? Tenemos 365 días al año (366 si es año bisiesto) para demostrárselo pero yo, además, me propongo endulzarles la vida a todos aquellos que me sufren más a menudo, porque no es fácil aguantarme. Y, como no me podía esperar hasta el domingo o hasta el viernes, algunas privilegiadas han degustado mis galletas de chocolate (aunque a algunos no les guste el chocolate, hay muchos otros a quien nos apasiona XD). He de decir que he tenido éxito.
Y es que después de dos semanitas muy duras en el trabajo, seguimos resistiendo a esos "locos bajitos". A los demás, no es que no os quiera, es que no os veo, pero prometo intentar hacer lo posible por recompensaros, ya sea con chocolate o sin.
Os deseo, no uno, sino millones de días de San Valentín. Queréis mucho, que la vida es muy corta.