lunes, 1 de agosto de 2011

Vacaciones de verano para mí

Uooooo, ¡vacaciones! Ansiadas y maravillosas vacaciones. Por fin llegaron, aunque ¡caray, como han llegado!

Sábado, 30 de julio
Después de una dura mañana acabando de limpiar el piso antiguo y de llevarme trastos al nuevo, me dispongo a prepararme para salir en busca y captura del regalo de cumpleaños de mi sobrino Marc. Uy, que oscuro está el cielo, pienso. Empieza a llover. Pero no a llover poquito, no. Una cortina de agua que no se ve la acera de enfrente. Estupendo. Voy a llamar a mis amigas para quedar un poquito más tarde o en vez de un regalo me tendré que comprar ropa de recambio. Me voy a la ducha y escucho la lluvia que sigue cayendo. Salgo de la ducha y escucho que alguien dice: "¡Que se ha inhundado la calle!" ¿Comoooorrrrr? ¿Y ahora cómo salgo?
Efectivamente, la calle Tajo, una vez más, hacía honor a su nombre. Llamo otra vez avisando que ahora sí que no puedo salir a la calle, mientras veo crecer el cabal del "río".
Por suerte, el nivel del agua va menguando. Bajo a achicar agua de la entrada del piso. No es la primera vez que tengo que hacerlo pero yo "creía" que con las últimas obras que hicieron no volvería a pasar. Ilusa.
Cuando parece que nuestra entrada está algo adecentada, viene la propietaria de la peluquería, que no lleva abierta ni un mes y... ¿sabéis en Indiana Jones y el Templo Maldito cuando tienen que correr perseguidos por una tromba de agua? Pues más o menos. Venga, a achicar más agua. Una hora más tarde, la peluquería estaba echa un asco pero sin agua y mi espalda a punto de hacer crec por varias partes.

Así fue como me pasé la tarde haciendo ejercicio gratis y sin poder comprar el regalo para Marc.

Domingo, 31 de julio

Subimos a L'Escala a celebrar el 11º cumpleaños de mi Marc. Dos horas de viaje sentada en el incomodísimo asiento de en medio, con la cabeza colgando de un lado a otro. Después, caminando bajo el sol abrasador, buscando una tienda más o menos decente donde comprar un regalo para el peque... mientras el mayor va haciendo el payaso por la calle, cantando una canción medio en inglés medio en vete tú a saber en qué idioma y con una sensación de sequedad en la boca bastante elevada. Al final, el regalo elegido, unas bambas y un bañador. Perfecto, volvamos al hogar que ¡¡¡me aso viva!!!!
A la hora de comer ¡INVASIÓOOOON! Como somos poquitos (7 adultos y 2 niños), se nos unen a la comida Joe y Frederick, los hijos adoptivos de mi hermana. ¡No me reía tanto en mucho tiempo! Humor inglés y alemán juntos en una misma habitación.
A la tarde, viene el resto de okupas infantiles. En total, 10 miniterroristas en potencia.
Lo mejor de la tarde, descubrir un rincón de L'Escala que no sabía que existía. Gracias Paul por llevarme, ¡aunque fuera a paso ligero!

Lunes, 1 de agosto

Levantarme por la mañana, pelearme con Internet, con la compañía del agua, de la luz, con la del teléfono, y hacer una hora de cola para sacar y meter dinero en dos bancos distintos, malgastando así una preciosa mañana de mis vacaciones ¡SI TIENE PRECIO! ¡EL PRECIO ES MI PRECIOSO Y ANSIADO TIEMPO PARA LAS VACACIONES!

En resumidas cuentas: ODIO LOS TRASLADO, ADORO LAS VACACIONES.

P.D.: tengo una historia pendiente, próximamente en mi blog El retorno de Teletienda.