martes, 29 de septiembre de 2009

X, Y y Z

¡Estoy que no quepo en mí de la emoción que me embarga! El jueves conciertazo para la posteridad de uno de los mejores grupos que se han formado en la historia de la música, como son Green Day; las clases de conducir no pueden ir mejor (yeah!) y mañana, por fin, ¡tenemos co-coordinadora! ¡Llega X para salvarme la vida y la espalda! ¡Podré dividirme el trabajo con alguien! ¡Podré hacer reuniones de coordinación decentes! ¡VIIIIIVAAAAA!

Pues sí, sí, mañana empieza la nueva coordinadora. La verdad es que poco he podido juzgar si será buena compañera o no porque en el momento en el que me la han presentado, yo estaba tirada en el suelo, acunando a dos niños y cantando para que no lloraran los otros. Abre la puerta la directora, me ve en el percal que estaba, me presenta a la chica en cuestión (no sé, parece maja pero ya os digo, con el panorama que tenía HASTA MARILYN MANSON ME PARECERÍA MAJO). La saludo y me dicen que puede que sea la nueva coordinadora. Creo que han visto el confeti y las trompetas que salían de mi cabeza para celebrar la noticia.

Creo que a partir de ese momento yo flotaba por el megapasillo, todo me parecía bonito, incluso los llantos histéricos, los gritos, las vistas a la vía del tren, incluso en chico que ha venido a comprovar no-sé-que de las puertas me ha parecido guapo... ah, no, eso es porque es guapetón, no me lo ha parecido, es que lo es. Un poco yogurín... estoy desvariando, lo siento.

Y así ha transcurrido el día de hoy, con el equipo casi al completo. Quien sabe, tal vez si seguimos quejándonos... a veces ocurren milagros XP

sábado, 26 de septiembre de 2009

Un sábado por la tarde

Érase una vez una pobre chica, muy guapa e inteligente (XD), que ayudaba a su sobrino Paul a hacer los deberes. La pobre chica, que se llamaba Sô, sufría viendo como pasaban las horas y Paul seguía haciendo el mismo ejercicio de castellano sin avanzar un ápice.

Paul no dejaba de hacer payasadas, de distraerse con una mosca que pasa y, en consecuencia, de hacer errores garrafales. Sô estaba desesperada porque su sobrino estaba a punto de caer al lado oscuro de la "lerdez". Ella, como "tieta" amorosa, dulce (y a punto de entrar en estado catatónico de puro estrés), no podía ni debía permitirlo de ningún modo.

Durante horas, largas muy largas horas, mantuvieron una batalla en la cual la una hacía razonar las respuestas al otro, mientrás que éste intentaba vovler maajra a la primera. Así sucesivamente, ejercicio tras ejercicio.

Finalmente, el "cansino" sobrino acabó (¡Por fiiiiin!) de hacer los deberes correctamente y su hastiada "tieta" pudo descansar, llorando lágrimas de sangre después de la tortura psicológica por la que había pasado. Todavía quedaban esperanzas para el pequeño (de casi 13 años) Paul.

Mientras tanto, no muy lejos de la mesa desde donde transcurrían estos hechos, Marc, el hermano de Paul, disfrutaba de un merecido descanso, ya que él ¡sí hace los deberes cuando toca y sin que nadie le tenga que ir detrás!

Nota: unos son más inteligentes o aplicados que otros, unos son más graciosos que los otros, unos te desesperan antes que los otros pero a todos los quiero igual, porque son y serán siempre "els meus nens"

viernes, 25 de septiembre de 2009

¡Pero esto qué es!


Esta mañana, de camino al trabajo me he encontrado con una de esas noticias cortas del periodico que me ha HORRORIZADO. Cito textualmente:

Un bebé pesa 8,7 kilos al nacer. Una madre dio a luz el lunes en un hospital de Indonesia a un bebé de 8,7 kilos y 62 centímetros. Está sano, pero al principio hubo que ponerle oxígeno porque le costaba respirar.

¡Pero esto qué es! ¡El parto de la burra! Lo que no dice es que el parto fue por cesárea ¡obviamente! Vamos, que me pongo yo a parir una mole así por parto natural, y si sobrevivo al parto, ¡despídete de volver a andar en tu vida! ¡Qué dolor!



He continuado investigando y me he encontrado conque la buena señora, ¡ya ha pasado por partos similares tres veces y que han sido los tres -al loro- ¡por método tradicional! Pero esta mujer qué es ¿el increíble Hulk?



Dice una entrevista que el niño “Llora a todas horas por comida y está muy fuerte, no como otros bebés”. Ese niño no llora, ese niño lo que hace es llamar a telepizza que le traigan una extragrande multifamiliar con el doble de todo y aun así pregunta que qué hay de segundo! Y como ver es creer, aquí os dejo la foto del "nene". Fijaos en la cara de alucine del bebé que hay a su lado. Debe de estar pensando "como se gire, si no me come primero, me aplasta"







Nota: si te ofrecen coger en brazos a un "bebé de 8,7 kilos", no lo hagas si quieres conservar la mobilidad de tus extremidades y no hacer trizas tu espalda.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Día de reencuentros

Hoy ha sido un gran día. Sí señor, un muy bonito día.

Hoy, aprovechando que tengo fiesta por ser la Mercè, he ido a hacer una visita a mis ex-compañeras y a ver a los peques, sobretodo a ciertos hermanitos de una de mis ex-alumnas. De camino hacia Cerdanyola me ha venido una extraña sensación de nostalgia, cuántas veces había hecho ese camino pensando en lo temprano que era, en el duro día que me esperaba, en tantas y tantas cosas en las que también pienso ahora, pero en dirección opuesta. En cambio, hoy, observaba el camino cómo si fuera la primera vez que lo veía, extrañada de lo tranquilo de mi andar, sin prisas, sin agobios pero con unas terribles ganas de llegar y saludar a todo el mundo.

Me encontraba a poco menos de diez minutos andando de mi destino cuando me encuentro la mamá de una de mis "niñas". ¡Casi me tira al suelo del abrazo que me ha dado! Todavía no me explico la suerte que he tenido de encontrarla, me ha hecho una ilusión... Después de hablar un rato de su hija y lo contenta que va al "cole dels grans" sigo mi camino, escuchando los llantos todavía de adaptación de los más pequeños. Atravesar las puertas de mi antiguo trabajo ha vuelto a despertar en mi sensaciones de contradicción, de tantos buenos momentos vividos en compañía de mis peques y, a la vez el duro año que quedaba atrás. Si pienso en como estaba yo por aquel entonces no me reconozco: amargada, triste, sin saber qué hacer con mi vida. Por contra ahora me siento realizada, feliz y con ganas de hacer cosas nuevas.

Pero, nuevamente, otra sensación de, no sé como llamarlo, ¿deserción? He visto a mis ex-compañeras tristes, cansadas y me he sentido culpable, como si las hubiera abandonado. Ya sé que yo debía seguir mi camino, que ellas harán lo mismo en cuanto puedan, pero no puedo evitar creer que las dejé tiradas. Supongo que es por eso que he intentado alargar lo máximo el rato que he pasado con ellas, ayudándolas en todo lo que he podido. Aun así sé que mañana volverán a estar igual.

Pero no quiero parecer melodramática porque el día ha tenido detalles redondos. He pasado unas horitas con los clones de mi Lia (sus hermanos gemelos) y ¡son tan bonitos! He jugado un poquito con mi Carla (si sus padres se enteran alguna vez que en las acollidas le ponía CDs de Green Day, Bad Religion, etc. A ella le encantaba XD) y el resto de los mayores. Ha sido genial disfrutar de unos momentos así.

Por fin, he decidido despedirme y regresar a casa, pero... ¡sorpresa! Me encontrado con más mamis de mis monstruitos de año pasado que iban a recoger a sus hijos al cole, así que me he acercado a verlos. ¡Casi me pongo a llorar cuando se han lanzado a mis brazos con sonrisas de oreja a oreja! El cariño que ofrecen es tan grande que no hay tesoro en el mundo que pueda comprarlo.

Como comprenderéis estoy que no quepo en mí. Ser profe de infantil es muy duro pero la recompensa es enorme. No lo cambiaría por nada. Bueno, cambiarlo no pero complementarlo, sí. Algún día...

Frase a recordar: La sonrisa de un niño hace girar el mundo.

martes, 22 de septiembre de 2009

Gages del oficio

Que alguien me lo explique porque yo no lo entiendo. Vamos a ver, si estamos en crisis, hay tantísima gente en paro y las universidades estan llenas y más las de magisterio, ¿dónde está mi co-coordinadora? ¿Qué se piensan, que soy superwoman, o qué? Aunque con tanto paseillo pasillo arriba, pasillo abajo se me va a poner un tipito... (si, bueno, es que desde la primera aula hasta la última hay un largo, larguísimo pasillo, el cual cruzo como unas cuarenta veces al día).

Ya, que no entendeis la misa la mitad. Empezemos por el principio. Era una hermosa mañana de septiembre (de echo creo que estaba nublado, pero es para ambientar la escena) y yo me dirigía a mi nuevo puesto de trabajo con muchas ilusiones, nervios y, para qué negarlo, contando los días que quedaban para las vacaciones de Navidad. El caso es que llego a mi nuevo "hogar laboral", me presentan a mis compañeras y a mi "dire" (todas un encanto, lástima que no hay ningún chico) y empieza la reunión con las "jefas". De ahora en adelante para referirme a ellas las llamaré la señora Burns (como el de los Simpson, de echo hace el mismo gesto con las manos) y "la jefa pija".

A lo que iba, empieza la reunión y distribuyen clases entre mis compañeras y yo, muy inocente de mi, digo: "¿Y mi clase?" Me responde la Señora Burns: No, si tu eres coordinadora, no tienes aulas". La primera en la frente. ¿Qué, cómo, por qué? ¡Necesito niñooooooos! Y ahí me tenéis, inmersa en mi universo interior de pena, penita, pena mientras la reunión continuaba. Cuando de repente escucho:

- ¿Y las de soporte? ¿No venían hoy o es que vienen más tarde? - dice la directora, pobrecita mía.

- No, no hay soporte. - dice la despiadada voz de "la jefa pija" - De echo, el papel de las coordinadoras y de la directora es, además de coordinar las tareas educativas de los distintos niveles, servir como soporte en momentos puntuales.

Desperté de sopetón de mi mundo frío y silencioso para encenderme como una llama olímpica. ¿Que voy a ser auxiliar? Mi no entender. Oye, que si tengo que hacer de auxiliar, ningún problema pero "representa" que la coordinadora necesita bastante tiempo durante la semana para preparar las reuniones de coordinación, hacer programaciones, organizar las excursiones, etc. ¿Cómo voy a clonarme para estar en ocho aulas a la vez? Porque, a todo esto lo mejor, de lo mejor:

- De acuerdo, - dice la "dire"- así pues, si no he entendido mal, entre las tres tenemos que repartirnos las ocho aulas para ayudar y coordinar. Me surge una duda existencial. Yo, como directora, voy a tener que estar más tiempo en el teléfono y atendiendo a padres, etc que ayudando, con lo cual esa tarea recaerá, en más de una ocasión, a las dos coordinadoras pero, yo aquí solo veo a una. ¿Y, la otra dónde está?

Pues sí, señoras y señores, no hay TODAVÍA a fecha de hoy nadie que ocupe el puesto. "Estamos en ello, estamos en ello", eso es lo único que te dicen. Yo también estoy en ello, en volverme loca, me refiero. Y aquí mi pregunta: con toda la gente que hay en paro, ¿no hay nadie con el título de magisterio infantil que quiera trabajar? Y si no encuentran a nadie (cosa que me extraña muchísimo), ¿no nos pueden poner una o dos personas para ayudarnos en las horas de comedor y siesta? ¡Que tampoco pedimos tanto! ¡Indignación!

Puede parecer que no estoy a gusto en mi trabajo pero es todo lo contrario. Me ofusco porque no hay derecho que bellisimas personas como lo son mis compañeras no tengan ni un segundo durante su jornada laboral para sentarse y decorar el aula o preparar una simple actividad porque "alguien" prefiere quedar bien con el ayuntamiento antes que con sus trabajadores. Me indigno porque nos sentimos frustradas al no poder hacer más de lo que quisiéramos. Me enfado porque nadie se ha parado a pensar que lo primero es el bienestar de los niños/as y que eso conlleva que sus educadoras puedan compartir momentos de tranquilidad y afecto con ellos, en vez de estrés. La verdad no sé de qué me quejo porque el mundo está así de mal estructurado. Estamos los que pringamos y están los que se pavonean del trabajo hecho por los demás.

Moraleja: Las buenas ideas y los buenos propósitos se los lleva el viento. Lo único que perdura es la hipocresía y las apariencias.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Vamos a presentarnos, ¿no?

Hola, hola, hola, ¿qué tal? ¿Bien?, me alegro.

Aquí estamos, escribiendo mi primera entrada del blog mientras escucho el increíblemente bueno (genialidad entre las genialidades) nuevo CD de Muse, The Resistance. Y por algo se llaman Muse, porque no sólo se inspiran ellos, sino que inspiran a los demás. Y si no que se lo pregunte a Stephenie Meyer, escritora de la saga Crépusculo.
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A lo que iba. Presentación. Soy Sô, encantada de conoceros (a los que ya os conozco, siempre es un placer conoceros más y mejor a diario). Soy una persona - obviamente -, con una edad que se aproxima innexorablemente a los 30 añitos (sí, ¿qué pasa? añitos o añicos, como lo prefiráis). Vamos, que estoy en la flor de la vida y quien diga lo contrario... pues es su opinión y se respeta pero, si he aprendido algo a lo largo de mi vida es que nos queremos demasiado poco: ¡HAY QUE QUERERSE MÁS! Gritad conmigo ¡ME QUIERO MUCHO TAL Y COMO SOY! XD

Cómo podéis comprobar se me va la castaña muuuuy a menudo, y más cuando escribo, así que, desde este primer momento, si mis opiniones, mis idas de olla y mis desvaríos varios molestan a alguien, no es esa mi intención, no os lo toméis como algo personal.

¡Oh! Casi se me olvida. Soy profe de infantil, así que si veis que hablo mucho de lo dura que es la profesión de educador/a, ya sabéis porqué es. Y también leeréis referencias tales como: ¡Qué bonicos son mis niños!, o por el contrario: ¡Estos pequeñajos van a acabar conmigoooooo! Vamos, que no penséis mal, que nada más lejos que explicar mis experiencias en la docencia, siempre respetando el anonimato de los "peques".

Hasta aquí mi presentación, que tampoco quiero desvelar todas las claves en una primera aproximación. Las primeras citas son el aperitivo, después vienen los entrantes, el primero, el segundo plato, el postre, el café y lo que surja.

Por cierto, a veces me da mucha, muchísima pereza escribir, así que si tardo mucho en hacer una entrada, tranquilos. Volveré.