viernes, 9 de diciembre de 2011

Let it snow, let it snow, let it snow!


Otra Navidad se acerca. Para ser concretos, faltan dieciséis días para Navidad. Y como ya comenté el año pasado, llegan las comilonas de empresa, en familia, la lotería, los regalos (o no), alcohol "na'más", luces, villancicos, modelitos monísimos pero que no se llevan muy bien con el frío de invierno.


La tradición dice que hasta Santa Lucía no se monta el Belén, pero como el día 13 cae en martes (¡oh, martes y 13!) y durante la semana no tengo demasiado tiempo para dedicarme a la decoración, hoy he montado el árbol y el Belén. Claro que, como mi nuevo piso es más grande que el anterior, el pobre pesebre se ve muy soso y el árbol, allá en la entrada, solito, snif, snif. ¡Mañana me lío a comprar espumillón!




Pues sí, otras fiestas que llegan. Lo más difícil para mi es lo de los regalos. Nunca sé qué regalar y, si le sumamos lo mal que está la cosa para ir gastando dinero... todo sea por los peques de casa. Y amigos invisibles, claro. Porque, eso sí, de esos no faltan. Es llegar estas fechas y siempre suena la frase "vamos a hacer amigo invisible, ¿no?" y, claro después pasa lo que pasa, que te tienes que romper la cabeza pensando qué comprar con el presupuesto que tienes. ¡Y siempre se te ocurren regalos que se pasan de mucho del presupuesto! O piensas en cosas que te harían ilusión a ti o, incluso, se te ocurren regalos que podrías haber hecho si te hubiera tocado tal o pascual. Vamos, que te vuelves tarumba para encontrar un regalo y después, a lo mejor no es para nada del agrado de la persona que te ha tocado.



Y ¿qué decir de Fin de Año? Primero piensa si cenas en casa o en casa de alguien, después piensa qué te vas a poner, porque no es fácil encontrar algo a tu gusto. Parece que si no vas de árbol de navidad no vas de fiesta. No, perdona, no tengo porqué parecerme a Dínamo de Perseguido para pasármelo bien, sobretodo si quiero mobilidad. Señoras y señores diseñadores de ropa para fiestas, si monas queremos ir, pero también tenemos necesidades fisiológicas. ¡Cómo representa que tengo que ir al baño enfundada en un vestido de tubo en el que tengo que dar saltitos para poder andar! O peor, ¿cómo representa que hago pis, borracha como una cuba y con un vestido lleno de volantes a lo princesa Sisi? Vamos, que entre que llego al baño y consigo acomodarme el vestido ya es demasiado tarde. ¡CO-MO-DI-DAD, POR FAVOR, COMODIDAD!



Y cuando tienes solucionado el problema de la indumentaria, piensa a dónde te vas para continuar la fiesta. Ir a una macrofiesta es, a la par que un atraco a mano armada, como un desfile de borrachos con las hormonas a flor de piel, bebiendo de garrafón y potando por los rincones, vamos, marcándo territorio. A decir verdad, es como un documental del National Geographic. "El Macho ibérico se acerca a loba en celo, fácilmente reconocible por su ultraminivestido rojo putón y sus cuatro capas de pote y maquillaje. El macho comprueba que no haya otros machos por la zona y se decide a abordarla con un ¿te apetece un polvo rápido en cualquier esquina?" ¡Por favor, no quiero ni pensarlo!



¡Eh, que no digo que todo el mundo sea así!, pero que hay mucha vida salvaje ahí fuera, eso es cierto. Lo mejor, las fiestas con los amigos que, al fin y al cabo, ya te han visto taja en varias ocasiones y todavía te quieren.




Chicos, estas fiestas están para disfrutarlas, más allá de tus creencias, de tus ideales y demás razones, la tradición es lo que cuenta y "mi tradición" dice que estas fechas son para pasarlas con la gente que realmente te quiere y a la que tú quieres. Y como yo quiero a mucha gente, nunca tengo tiempo de aburrirme, que es lo mejor. Ya sea en familia, con los amigos o con tu mascota, espero y deseo que paséis unas felices fiestas y que, en la medida que sea posible tengáis un pensamiento para todos aquellos y aquellas que no tienen tanta suerte porque sí, estamos en crisis pero es que hay gente en el mundo que lleva toda su vida muriéndose de hambre y agradeciendo cada misero día de su existencia.




Espero no haber ofendido a nadie con mis pensamiento y, en caso de haberlo hecho, perdón, no era mi intención.

¡FELICES FIESTAS A TODOS Y TODAS!