martes, 11 de enero de 2011

No les mires directamente a los ojos


Hola de nuevo, amigos de la fragoneta del misterio. Bienvenidos una noche más a Octavo Lustro. Hoy, y nada mejor para empezar el año, tenemos un caso sobrecogedor (para variar). Aviso que la siguiente información puede herir la sensibilidad de nuestros lectores, así que, sin más dilación, les dejo con: LAS SEÑORAS PESADAAAAAS.

TESTIGO: Yo fui a una pastelería que está enfrente de mi casa el día de Reyes. Quería comprar un tortell pequeñito y me dispuse a hacer cola (que llegaba hasta la calle). Y, apareció ella. - HACEMOS UNA BREVE PAUSA EN LA GRABACIÓN, YA QUE LA TESTIGO SE PONE A LLORAR.- Se puso detrás de mí en la cola pero yo veía que se me quería colar descaradamente. Se ponía a mi lado, intentaba zafarse entre la gente para llegar antes al mostrador, se quejaba que ella había hecho una reserva, que no entendía porqué tenía que hacer cola si ya lo tenía reservado, que nunca antes había hecho cola. Fue aterrador. Finalmente, cuando llegué al mostrador y preguntaron "¿quien va?" ¡La señora gritó "yo"! Pero yo pude gritar más y me atendieron a mí. ¡Pasó toda mi vida por delante!

Realmente espeluznante el relato de nuestra testigo de escepción que, a pesar del mal recuerdo que aquella experiencia dejó en ella. Agradecemos que haya querido compartirlo con nosotros.

Pero todavía hay más. Informadores anónimos nos contaban que LAS SEÑORAS PESADAS intentan colarse también en la cola del cine, en el supermercado; llegando a extremos asombrosos que rozan la locura en el primer día de rebajas, donde estos seres son capaces de arrancar extremidades por conseguir una prenda que, seguramente les irá pequeña o que canta más que Raphael en Nochebuena.

Queridos amigos y amigas, no tenemos más datos de los aquí expuestos. Pedimos su inestimable colaboración. Si tienen alguna experiencia con lo desconocido, una pista que nos pueda facilitar el encontrar y analizar en detalle el comportamiento de estos seres diabólicos, una única vía de contacto (o qué os creéis): agregad un comentario a Sô-breviviendo, el blog preferido de Octavo Lustro.

Desde aquí nos despedimos, una noche más desde la fragoneta del misterio. Les esperamos, dentro de... cuando me venga la inspiración. Saludos, esto es Octavo Lustro.

3 comentarios:

  1. Hola Compañera del misterio, tengo que confesar... (silencio expectante) que yo tambien he vivido una experiéncia sobrecogedora con una SEÑORA PESADA, solo que en este caso eran un matrimonio. Sí, él se ha convertido en una de ellas!

    Bueno, lo cierto es que estaba yo haciendo cola en la panadería, que parece ser su lugar favorito para atacar, cuando llegaron ellos y se colocaron detrás de mí. Preguntaron la tanda y yo se la di como buena persona que espera en una cola para el pan; entonces me tocaba a mí, pero ellos dijeron que era su turno y casi se me echan encima, snif, snif...
    No se si querían colarse, me ignoraron o (que es lo que creo que pasó) se creyeron que era hija de los que tenía delante, una pareja peruana; que dices, claro como me parezco tanto.
    En fin, solo decir que las hay por todas partes esperando atacar, id con cuidado. Y que el misterio esté con vosotros.

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  2. El Autobús, lugar dónde a mi parecer se pueden vivir historias de lo más espeluznantes con estos seres llamados..SEÑORAS PESADAS!. Estás tranquilamente esperando a que llegue el bus en la parada un sábado por la tarde (podemos poner cómo ejemplo, coger el 47 en plaza catalunya). Cuándo llegas, sueles ver una gran cola y lógicamente, si pasas por el lado, notas varios ojos mirando para saber cuál será tu próximo movimiento, así que no te arriesgas y te quedas la última. Siempre esta la/el típica/o que se pone justo al lado de dónde se va a abrir la puerta y empiezan los susurros...fijate, que vergüenza....esto no puede ser...
    Pero lo mejor viene cuando llega el autobús, esa cola realizada con harmonía empieza a cambiar de forma y ahí las ves, que vas a subir notas un hombro disimulado que te hace balancear a tu derecha (dónde está en conductor)....Empiezas a sentirte en un caos absoluto porque las señoras pesadas quieren los asientos de delante...que tienes deseos de gritar: Señora, no empuje que me voy al final, a los asientos de ir de espaldas que se que a ustedes no les gustan porque se MAREAN!!!! pero no te da tiempo a reaccionar, cuando te das cuenta todo ha pasado...bueno...ellas han pasado, y tu, resignada...te quedas de pie, aunque hayas trabajado todo el día y estés reventada o te encuentres mal o te duela la pierna, pero claro, eso no se nota porque eres joven y a los jovenes no les pasan esas cosas.

    Pero el caso más típico es...Ir sentada justo detrás del conductor, que a veces piensas...por qué he sentado aquí?? Normalmente cuando la puerta se abre tiendes a mirar por la ventana para evitar miradas o comentarios, pero a las señoras pesadas les da igual....te retan y aunque no mires te lo dicen con el...y ni se mueve, hay que ver, que poca educación... pero mi recuerdo más satisfactorio en el que planté cara y gane fue al poco tiempo de operarme de la hernia...sentada delante en la zona reservada, entra una mujer y su hija que era retrasada mental y no hacia más que mirarme...Se empezó una conversación con otras señoras anónimas que le seguían el rollo...y de repente una va y me dice...oye, te podrías levantar para que se siente su hija que no está bien no?....el silencio se hizo, me gire, la mire fijamente a los ojos y mi respuesta: estoy sentada porque estoy operada de la espalda señora...quiere ver la cicatriz?? después de aquello mi vida cambio y ya no tengo miedo a sentarme delante, pero eso si, estaré siempre vigilando....

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  3. Buenas noches. Me presento, soy el Dr Tristranbreiker y aportaré mis conocimientos de mis últimos años de investigación sobre el fenómeno de... LAS SEÑORAS PESADAS!!!

    Uno de los hábitats naturales de estos increibles seres es el mercado municipal. Es en este paraje donde una variedad de señora pesada (la Caraduris Jubilae) muestra su lado más agresivo. En especial un sábado por la mañana que es cuando se encuentra con más especies animales diferentes y poder demostrar así su supremacía. El mercado municipal es una ciudad sin ley en la que a pesar de pedir tanda el caos reinante es inevitable en una parada atiborrada de gente a lo largo del mostrador. Es ahí cuando la señora pesada se desenvuelve con toda su crueldad. Pero la competencia es dura y normalmente aparecen luchas de poder entre señoras pesadas ávidas de demostrar su supremacía.

    El comportamiento más curioso jamás estudiado es el de la rectificación cuando otro animal de mercado le planta cara en el momento de colarse. Es ahí cuando la mayoría de individuos de Caraduris Jubilae se transforman en un ser con cara de cordero degollado e inocencia infinita pidiendo disculpas cuando la tensión llega a su clímax. Aunque siempre existirán otros individuos que, con la complicidad de la dependienta de la parada, abusarán de su posición de poder sobre la manada.

    Espero que mi testimonio arroje algo de luz a este asunto tan interesante.

    Un saludo,

    Dr. Tristranbreiker

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