lunes, 21 de marzo de 2011

Mi fin de semana perdido


Vamos a ver, ¿quién es Murphy para arruinarnos la vida a mí y al resto del planeta? Porque todas sus leyes se cumplen, sin excepciones. Pues bien, seguro que hay alguna de sus leyes que dice algo así como: llega el fin de semana y te pones enfermo. Y si no la hay, pues me la apropio y, a partir de ahora será una Ley de Sô.

Efectivamente, toooda la semana a trancas y barrancas, aguantando como una jabata. Llega el viernes por la tarde y estoy que no puedo con mi vida, me duele todo, la garganta empieza a irritarse, las piernas no me responden y la cabeza está próxima a explotar. ¡No, me niego a caer! me digo a mi misma y sigo con lo mío.

Sábado por la mañana, me duele el cuello. ¡Y una mieerrrrda! Soy una mujé digna d'admirá, así que me voy de excursión a celebrar el día del padre a Les Fonts del Llobregat con consecuente subidita escaleras arriba hacia Castellar de N'Hug (si no habéis estado, os lo recomiendo, tanto por los paisajes como por los croisanes de kilo de Castellar).

Sábado tarde. Mi cabeza escucha tambores lejanos y mi cuello empieza a crear vida en su interior. Drogas, drogas, drogas. No podrán conmigo.

Sábado noche. Mi cuerpo necesita resetearse pero yo sigo en mis trece. Noche de fiesta sí o sí... finalmente fue que sí, pero a medias porque a las 2 estaba cogiendo un taxi de vuelta a casa. Muerta de frío y con el séptimo de caballería trotando en mis sienes, me voy a dormir.

Domingo. Todo el santo día en cama, con fiebre, tiritando y sin hambre (yo, sin hambre, increíble). ¡Vaya fin de semana!

Lunes por la mañana, no tengo fiebre y me voy a trabajar, snif, snif, snif. Y como no podía hablar, los niños sudando de mi cara. ¡Mamaaaaaaa!

Ahora a cenar, a drogarse de nuevo y a dormir dentro de un ratito, que mañana continuamos con el show. Eso sí, este fin de semana estaré como una rosa. Ánimo Sô.

No hay comentarios:

Publicar un comentario