jueves, 5 de noviembre de 2009

Aparece una nueva leyenda urbana

Nunca pensé que llegaría hasta mí algo que pudiera considerarse una leyenda urbana y menos de mi lugar de trabajo. Pues bien, ha aparecido no uno sino dos casos de dicha leyenda urbana.

Como todo el mundo sabrá, los niños pequeños, y más cuando todavía están en su fase oral (es decir, de ponerse todo en la boca, como parte de su sentido del tacto), suelen defenderse a mordiscos, arañazos, lanzando juguetes desde una punta a la otra de la clase, etc. Pues según algunos padres y madres, estos niños deberían ser encerrados en la mazmorra más oscura del mundo por considerarse "alimañas".


Sí, sí, increíble pero cierto. Pero es que ahí no acaba la cosa. Ahora resulta que su un niño muerde a otro, o lo araña las consecuencias para el niño que ha sufrido el "brutal ataque" pueden ser funestas. Voy a exponer los casos sin decir nombre.


Caso nº1: hay un niño que nos tiene un poco hasta la coronilla porque, además de no comer, molestar a los otros niños y ser bastante malcriado, tiene la maldita costumbre de morder a los que son más bajitos que él (es que encima el niño es el más alto de la clase). Este monstruito mordió a otra niña de la clase sin que su pobre educadora (que está desesperada porque se lo dice a los padres y estos se ríen como si fuera una gracieta del nene). Al día siguiente la niña no vino al cole porque tenía fiebre y, de la misma fiebre, le habían salido muchas yagas en la boca. La madre le dijo a su profesora que las yagas debían ser del mordisco del día anterior... Por supuesto, señora, y próximamente a su hija se le va a caer la carne a tiras justo en la zona del mordisco y se va a convertir en un zombie, ¿o era que se convertiría en una infectada? No sé, cómo no entiendo de pelis de miedo... que alguien me lo aclare.


Caso nº2: Este caso, amigos de la nave del misterio, puede ser sobrecogedor. Un niño le estaba "tocando las narices" a otra niña. La maestra se acerca a ellos para separarlos pero en ese preciso instante la niña, que está ya hasta el moño del tocapelotas de su compañero, le mete un zarpazo en la cara. Realmente tampoco le hizo nada, pero se le quedó la señal. Pues la madre (que encima de altanera es una morosa de cuidado), acusa a la educadora que su hijo "no duerme por las noches desde que la niña le arañó" y que, claro, no quiere venir al cole porque tiene miedo de la otra. ¡Si viene el niño más contento que nadie! Nada, que la niña le ha contagiado de la rabia y su hijo va a perder su virilidad futura. ¡Nunca más va a ser el mismo porque en la guardería le arañó una niña! 


Reconozco que ser padre o madre no es nada fácil pero, aguantar madres y padres así tampoco lo es. Nota: pedir un plus de peligrosidad para poder pagarme el psicólogo o mejor el psiquiatra al paso que voy. 

3 comentarios:

  1. No m'extraña que tants nens siguin repel.lents amb pares així, coi, qui no ha rebut una mossegada, un ostión o el que sigui de petit? Nens bombolla tu!

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  2. Exacto! La gente tiende a sobreproteger a sus hijos ya que son perfectos y son los demás culpables de todo. Recuerdo un episodio en un Esplai en el que varios niños accedieron a la parte trasera de la casa de colonias. Lo que allí vieron cambiaría sus vidas... El camposanto. Bueno, realmente era una pared con 6 nichos. Pero los padres nos liaron un pollo afirmando que no podían dormir por las noches, que estaban traumados...y ya tenían 12 años! Que digo yo que la muerte está ahí señores padres. Así como el sexo! Lo mejor de todo es que esos niños eran los más traviesos y tocapelotas del esplai. Por eso abrieron la puerta cerrada a la parte trasera. Hay que joderse! Muchos ánimos y mucho reconocimiento a las educadoras y los educadores. Canonización ya!

    Por cierto Sonia, lo del comentario del otro post no era por la calidad del post en sí, sino pq creia que te habías sentido obligada a escribirlo por lo que te dije el otro día :-p

    Un beso!

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  3. L'altre dia ho vam llegir amb l'Anna...vam flipar una mica xD

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